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lunes, 1 de abril de 2013

Días de radio, la película.


 -Contiene Spoilers-

La película Días de Radio del director Woody Allen, está basada en la época dorada de la radio en los años 40. Durante las décadas de 1930, 1940 y hasta a principios de 1950, la radio había logrado capturar la atención de la familia norteamericana, era el principal entretenimiento de las clases humildes. Con la radio podían evadirse de la realidad claroscura que les había tocado vivir y así poder divertirse en familia con música, historias de superhéroes o concursos entre otros muchos programas.La radio era el medio por el que casi todo conocían la realidad, pero además en los años 40 se produjeron números avances en radiodifusión: internacionalización de la información, estructura de programación y más rapidez de información entre otros muchos avances.
Esta película cuenta la historia de un niño judío y su familia que son entusiastas de la radio. La historia se desarrolla en Rockaway donde el protagonista de esta historia vive con su numerosa y grotesca familia. Basándose en la radio este niño relata su vida y la de su familia a través de anécdotas sobre la radio, que colecciona como hobbie. En casa de Joe se escucha la radio a diario y cada miembro de su familia tiene un programa favorito. 

Cartel de la película "Días de radio"
 “Desayuno con Irene y Roger” era el programa favorito de su madre. En la película pueden verse además dos realidades bien distintas, y un ejemplo de esto lo tenemos en esta primera escena donde aparece este programa de radio, mientras la madre de Joe fregaba platos se eludía de su realidad escuchando cada mañana las veladas nocturnas de este matrimonio. Esta primera emisión radiofónica se realiza desde las casas de los propios locutores mientras desayunan, algo poco común hoy en día. La forma de comenzar el programa también me ha llamado la atención: “Buenos días querido, pásame el zumo de naranja” es algo no muy frecuente en la actualidad.
El programa de radio favorito del niño Joe era “El vengador enmascarado” personaje con el que fantasea y al que quiere parecerse, de donde destacó la famosa frase que se repite a lo largo del programa: ¡ATENCIÓN MALHECHORES, DONDE QUIERA QUE ESTÉIS!
Tía Bea, con la que también conviven es una mujer romántica que tiene como vital objetivo en la vida encontrar un novio apropiado para casarse, igualmente le encanta bailar y la música. En casa todos son fanáticos de la radio.
“Las leyendas favoritas del deporte” era el programa favorito de su tío y a su mujer le gustaba “Un famoso ventrílocuo”. “El tribunal de las emociones humanas” era un programa que solían escuchar sus padres, donde se ayudaba a las personas a encontrar una solución a sus problemas.
Me ha llamado especialmente la atención que el primer novio de tía Bea el señor Manulis,salió horrorizado de su cita porque escuchó en un programa de radio que centenares de naves espaciales se estaban acercando a la tierra. Aquí observo una similitud con el famoso programa de radio que hizo Orson Wells de la "Guerra de los mundos". Es muy probable que hoy en día este tipo de programas no tuvieran ninguna credibilidad y fueran solo ficción. Pero en estos años todavía se seguía creyendo en estos fenómenos.
Joe relata la vida de las estrellas de la radio, a la vez que va presentando a su familia. Como por ejemplo la historia de Irene y Roger. Del mismo modo Joe cuenta la historia de Sally una chica que se dedicaba a vender cigarrillos y que pasó a convertirse en una estrella de la radio.
También me ha llamado la atención que al ser judíos, escuchar la radio en su religión es un pecado. Y aunque siempre estaba la casa llena de música y de programas de radio solo apagaron la radio para respetar su religión.
Hay otro aspecto que hoy en día del mismo modo ha cambiado, es la forma de vestir para hacer radio. En la película se observa que tanto hombres como mujeres aparecen trajeados y bien peinados digamos que de punta en blanco. Los estudios que aparecen son grandes, con prolongados micrófonos y normalmente se grababa de pie. Y siempre una pantallita que te anunciaba cuando estabas en el iré (on the air).
Los cantantes actuaban en directo para sus oyentes, algo que hoy en día ha desaparecido totalmente. Los anuncios también se hacían en directo. En uno de los programas concretamente “El tribunal de las emociones humanas” la mujer aparece fumando, eso es algo que actualmente está prohibido y no nos podemos imaginar a unos locutores de radio presentando un programa y fumando con total naturalidad. El primer programa de radio que aparece donde el espectador tiene que adivinar melodías tiene público en directo por lo tanto los aplausos son reales y la orquesta también toca en directo, más que un programa de radio parece un teatro o un cine. Es decir se podía asistir a las emisoras de radio, como hoy en día acudimos a los platós de televisión, incluso se podía participar en concursos en directo. También se retransmitía en directo  la nochevieja de 1944, en la película.
Si echamos un vistazo a la radio del siglo XXI no hay público ni instrumentos en directo. Los efectos sonoros como disparos o cristales rompiéndose también se hacían “on the air”. Ahora todo esto ha cambiado y contamos con efectos especiales grabados, al igual que aplausos o discografías. Por ejemplo; Cuando Sally tiene que cantar para anunciar unos laxantes, los silbidos son reales.
Es asombroso ver que en cada emisión el escenario es totalmente diferente, a veces emiten erguidos otra veces sentados, a veces con decorados y otras veces no...Supongo que sería dependiendo del programa que se emitiera en ese momento. En los estudios de radio de la actualidad es necesario llevar auriculares pero por el contrario en la radio de los 40 no era necesario llevarlos y las emisoras suelen tener todas el mismo aspecto: una mesa, sillas y micrófonos, tantas como locutores allá y en ocasiones a través de un cristal o en la misma mesa encontramos el aparato que nos introduce los sonidos, aplausos música…
El pequeño protagonista de esta historia relaciona todo lo que a su alrededor ocurre con la radio, incluso relaciona una canción que escuchó en la radio, con el aniversario de sus padres o con la primera vez que fue al cine en nueva york. Para hacernos una idea de lo que significaba para nuestro protagonista la radio dice que el día más feliz de su vida fue cuando asistió a un programa de radio, hoy en día apenas le damos importancia.
Un ejemplo de que la radio por aquel entonces era familiar podemos verlo cuando toda la familia colabora junta para buscar un eslogan para participar en el programa de radio “El café Gibson.” O bailando la conga.
Haciendo una comparativa de la radio de 1940 y la radio del 2011, puedo decir que bajo mi punto de vista la radio era elegante, trascendental y muy necesario, y que hoy en día se le ha restado importancia a este medio de comunicación y no es tan distinguido  y refinado como entonces.
Y como valoración personal la película me ha fascinado de principio a fin.

Att:Rousse