-Contiene Spoilers-
La película Días de Radio del director Woody Allen, está basada en la época dorada de la radio en los años 40. Durante
las décadas de 1930, 1940 y hasta a principios de 1950, la radio había logrado capturar
la atención de la familia norteamericana, era el principal entretenimiento de
las clases humildes. Con la radio podían evadirse de la realidad claroscura que
les había tocado vivir y así poder divertirse en familia con música, historias
de superhéroes o concursos entre otros muchos programas.La radio era el medio
por el que casi todo conocían la realidad, pero además en los años 40 se
produjeron números avances en radiodifusión: internacionalización de la
información, estructura de programación y más rapidez de información entre
otros muchos avances.
Esta película cuenta la historia de un niño
judío y su familia que son entusiastas de la radio. La historia se desarrolla
en Rockaway donde el protagonista de esta historia vive con su numerosa y
grotesca familia. Basándose en la radio este niño relata su vida y la de su
familia a través de anécdotas sobre la radio, que colecciona como hobbie. En
casa de Joe se escucha la radio a diario y cada miembro de su familia tiene un
programa favorito.
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Cartel de la película "Días de radio" |
“Desayuno
con Irene y Roger” era el
programa favorito de su madre. En la película pueden verse además dos
realidades bien distintas, y un ejemplo de esto lo tenemos en esta primera
escena donde aparece este programa de radio, mientras la madre de Joe fregaba
platos se eludía de su realidad escuchando cada mañana las veladas nocturnas de
este matrimonio. Esta primera emisión radiofónica se realiza desde las casas de
los propios locutores mientras desayunan, algo poco común hoy en día. La forma
de comenzar el programa también me ha llamado la atención: “Buenos días
querido, pásame el zumo de naranja” es algo no muy frecuente en la actualidad.
El
programa de radio favorito del niño Joe era “El vengador enmascarado”
personaje con el que fantasea y al que quiere parecerse, de donde destacó la
famosa frase que se repite a lo largo del programa: ¡ATENCIÓN MALHECHORES, DONDE QUIERA QUE ESTÉIS!
Tía
Bea, con la que también conviven es una mujer romántica que tiene como vital
objetivo en la vida encontrar un novio apropiado para casarse, igualmente le
encanta bailar y la música. En casa todos son fanáticos de la radio.
“Las
leyendas favoritas del deporte” era el programa favorito de su tío y a su mujer
le gustaba “Un famoso ventrílocuo”. “El tribunal de las emociones humanas” era un
programa que solían escuchar sus padres, donde se ayudaba a las personas a
encontrar una solución a sus problemas.
Me ha
llamado especialmente la atención que el primer novio de tía Bea el señor
Manulis,salió horrorizado de su cita porque escuchó en un programa de radio que
centenares de naves espaciales se estaban acercando a la tierra. Aquí observo
una similitud con el famoso programa de radio que hizo Orson Wells de la
"Guerra de los mundos". Es muy probable que hoy en día este tipo de
programas no tuvieran ninguna credibilidad y fueran solo ficción. Pero en estos
años todavía se seguía creyendo en estos fenómenos.
Joe
relata la vida de las estrellas de la radio, a la vez que va presentando a su
familia. Como por ejemplo la historia de Irene y Roger. Del mismo modo Joe
cuenta la historia de Sally una chica que se dedicaba a vender cigarrillos y
que pasó a convertirse en una estrella de la radio.
También
me ha llamado la atención que al ser judíos, escuchar la radio en su religión
es un pecado. Y aunque siempre estaba la casa llena de música y de programas de
radio solo apagaron la radio para respetar su religión.
Hay
otro aspecto que hoy en día del mismo modo ha cambiado, es la forma de vestir
para hacer radio. En la película se observa que tanto hombres como mujeres
aparecen trajeados y bien peinados digamos que de punta en blanco. Los estudios
que aparecen son grandes, con prolongados micrófonos y normalmente se grababa
de pie. Y siempre una pantallita que te anunciaba cuando estabas en el iré (on
the air).
Los
cantantes actuaban en directo para sus oyentes, algo que hoy en día ha
desaparecido totalmente. Los anuncios también se hacían en directo. En uno de
los programas concretamente “El tribunal de las emociones humanas” la mujer
aparece fumando, eso es algo que actualmente está prohibido y no nos podemos
imaginar a unos locutores de radio presentando un programa y fumando con total
naturalidad. El primer programa de radio que aparece donde el espectador tiene
que adivinar melodías tiene público en directo por lo tanto los aplausos son
reales y la orquesta también toca en directo, más que un programa de radio
parece un teatro o un cine. Es decir se podía asistir a las emisoras de radio,
como hoy en día acudimos a los platós de televisión, incluso se podía
participar en concursos en directo. También se retransmitía en directo la nochevieja de 1944, en la película.
Si
echamos un vistazo a la radio del siglo XXI no hay público ni instrumentos en
directo. Los efectos sonoros como disparos o cristales rompiéndose también se
hacían “on the air”. Ahora todo esto ha cambiado y contamos con efectos
especiales grabados, al igual que aplausos o discografías. Por ejemplo; Cuando
Sally tiene que cantar para anunciar unos laxantes, los silbidos son reales.
Es
asombroso ver que en cada emisión el escenario es totalmente diferente, a veces
emiten erguidos otra veces sentados, a veces con decorados y otras veces no...Supongo
que sería dependiendo del programa que se emitiera en ese momento. En los
estudios de radio de la actualidad es necesario llevar auriculares pero por el
contrario en la radio de los 40 no era necesario llevarlos y las emisoras
suelen tener todas el mismo aspecto: una mesa, sillas y micrófonos, tantas como
locutores allá y en ocasiones a través de un cristal o en la misma mesa
encontramos el aparato que nos introduce los sonidos, aplausos música…
El
pequeño protagonista de esta historia relaciona todo lo que a su alrededor
ocurre con la radio, incluso relaciona una canción que escuchó en la radio, con
el aniversario de sus padres o con la primera vez que fue al cine en nueva york.
Para hacernos una idea de lo que significaba para nuestro protagonista la radio
dice que el día más feliz de su vida fue cuando asistió a un programa de radio,
hoy en día apenas le damos importancia.
Un
ejemplo de que la radio por aquel entonces era familiar podemos verlo cuando
toda la familia colabora junta para buscar un eslogan para participar en el
programa de radio “El café Gibson.” O bailando la conga.
Haciendo
una comparativa de la radio de 1940 y la radio del 2011, puedo decir que bajo
mi punto de vista la radio era elegante, trascendental y muy necesario, y que
hoy en día se le ha restado importancia a este medio de comunicación y no es
tan distinguido y refinado como
entonces.
Y como valoración personal la película me ha
fascinado de principio a fin.
Att:Rousse