Era se una vez una futura periodista que decidió abrir un blog…
Os doy la bienvenida a mi pequeño
espacio donde encontrareis palabras, unas veces cargadas de rencor o tristeza y
otras de amor y felicidad.
Para escribir me aíslo del mundo.
Me gustaría vivir en la costa. Sentarme a orillas del mar y sentir como las olas acarician mis pies. Respirar. Sentir
el aire fresco. Suspirar y empezar a escribir. Pero no, hoy no estoy cerca
del mar. Estoy enclaustrada entre cuatro paredes, con la ventana
cerrada, pues ya ha caído la tarde. Una luz tenue me alumbra mientras no paro
de agitarme el pelo, no estoy inspirada. Salgo a tomar el aire, no hace mucho
frio pero un escalofrío recorre mi cuerpo. Por el color del cielo deben ser las
ocho de la tarde, no tengo reloj. No me gusta pensar que el tiempo corre en mi
contra cuando escribo. Vuelvo a sentarme frente a la pantalla del ordenador. Tengo
la mente del mismo color que la hoja que
intento llenar con mis palabras. Odio tener la necesidad de escribir algo y no
tener ni la más remota idea de qué.
Att: Rousse